sábado, 18 de diciembre de 2010

Valladolid navideño






El mercadillo con productos y artículos típicos de esta época ya está colocado en la Acera de Recoletos


Aunque el frío viene con fuerza a poco tiempo de la llegada de la Navidad, el mercadillo navideño, ubicado en la Acera de Recoletos de Valladolid, ya está a disposición de todos aquellos que quieran comprar productos típicos de estas fechas.

Turrones, mazapanes, figuras para los Belenes, artículos de broma y juguetes para los niños son algunos de los productos que se pueden encontrar en estos puestos, también ubicados en la Plaza de España.

Debido a las bajas temperaturas, muchos de los comerciantes de este mercadillo han decidido retrasar la apertura de sus negocios, concretamente entre las 11:30 y 12:00 del mediodía. Pero el frío no ha disminuido el número de personas que, como cada año, se acercan a este mercadillo a comprar artículos típicos de la época. "A mis nietos les encanta comprar petardos y juguetes, mientras que yo me decanto por los turrones y mazapanes de estos puestos. ", afirma una clienta mientras realizaba sus compras en el mercadillo navideño. "Para algunas cosas, como los juguetes, me parecen unos precios demasiado elevados, en cambio el turrón creo que es más barato que en los grandes comercios", subraya otra clienta.


Los comerciantes notan la bajada de los compradores con respecto a otros años y piensan que el motivo de ello sería la crisis económica," antes a la gente no le importaba coger medio kilo de cada cosa, pero ahora piden la mitad de lo que solían llevarse y eso se nota. Se mira un poco más el bolsillo. No compran la misma cantidad que años atrás, pero la Navidad es la Navidad", defiende la comerciante de uno de los puestos de la Plaza España.


En la misma Acera de Recoletos, más próximo a la Plaza de Zorrilla, se encuentra instalada una atracción de feria para que los más pequeños de la casa se diviertan, mientras los padres pasean por el mercadillo navideño y realizan sus compras.


Esta semana la Guardia Civil ha realizado la inspección anual a los puestos y han solicitado la firma de los comerciantes para poder validar sus 
licencias de venta. Esta práctica permite a la autoridad saber que todo está en regla y que los productos que se venden son aptos y de calidad.