martes, 28 de febrero de 2012
Maldito oficio
La valentía y el amor por el periodismo que caracterizan a reporteros, periodistas y comunicadores que viven en diferentes partes del mundo donde la libertad de expresión y de prensa se ve ahogada por el estado, mafias y demás obstáculos para la profesión. El valor que se da al poder de la palabra como herramienta de lucha contra gobiernos autoritarios.Periodistas que no tienen miedo por lo que les pueda pasar.Sí tenerlo si algún día las amenazas que les hacen llegan a callar sus palabras. Es muy triste que vivamos todavía en una sociedad donde se castiga el decir la verdad con la muerte, donde no se puede ejercer tu profesión con libertad y sin miedo en países como Honduras, Somalia o Pakistán, donde, si eres de esa clase de periodistas que deciden ir en contra de lo que un gobierno corrupto manda, estás condenado a amenazas constantes.
Pero no solo hay que pensar que países autoritarios o mafias narcotraficantes son los enemigos de la verdad. Muchas veces las propias empresas de los medios de comunicación ejercen una labor autoritaria contra sus propios periodistas. Si no entra dentro de los intereses del medio, no se publica. ¿Y si resulta que lo que no interesa es la verdad? El dinero mueve a los medios de comunicación y eso dificulta la existencia de una objetividad clara y real. Una guerra que la sociedad no tiene por qué pagar, pues el estar informados es un derecho constitucional, pero ¿ y estar realmente informados?
La realidad de esta profesión que me encanta, es muy dura. Todos sabemos lo difícil que puede ser en muchísimas ocasiones. No solamente nos vamos a encontrar con amenazas de muerte, secuestro, silencio, etc. si nos adentramos en terrenos pantanosos de casos graves en países como China, México o los anteriormente citados. También hay amenazas en países democráticos donde el dinero es el dictador que coacciona a los medios.
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