Fuego ardiente que recorre tu cuerpo. Sudor y frío en los poros de tu piel. Temblor en las piernas y calor en tu interior.
Cuando una persona se ve en estas circunstancias, ¿qué debe hacer?. Dejarse llevar...suena demasiado bien.
No puedes seguir tus impulsos toda la vida, no siempre serás una jovencita tonta y alocada que persigue sueños de colegiala. La madured siempre llama a la puerta para que le dejes entrar en tu vida.
Pero por mucho que crezcamos, por mucho que maduremos, hay sensaciones fantásticas y contradictorias que seguiremos experimentando.
Somos seres humanos. Sentimos, padecemos, soñamos, reimos, lloramos.
Lo normal, en nuestra naturaleza, es dejarnos llevar. Pero el razocinio nos lo impide en muchas ocasiones.
Pasión no es lo mismo que cariño. Sexo no es igual que amor.
¿O quizá si?
La mejor manera de librarse de la tentación, es caer en ella Oscar Wilde
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