martes, 27 de diciembre de 2011

" En aquellos años la Navidad todavía conservaba cierto aire de magia y misterio. La luz en polvo del invierno, la mirada y el anhelo de gentes que vivían entre sombras y silencios conferían a aquel decorado un leve perfume a verdad en el que, al menos los niños y los que habían aprendido a olvidar, aún podían creer."

RUIZ ZAFÓN, Carlos, El prisionero del cielo, ed. Planeta, (2011), Barcelona, España

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Periodismo: Razones para odiarte

Si hubiera sabido realmente como está la situación actual del periodismo antes de meterme en la carrera, mentiría si dijera que no volvería a estudiarla.
Puede ser que me llamen ingenua o fracasada, pero tengo mis razones.
Debería odiar el periodismo, lo primero, porque no hay periodismo. Lo que hay es una seudoinformación que tratan de colarnos como noticia. La gente de a pie pocas veces logra identificar que un hecho noticioso no es la nueva hoja de afeitar ultradeslizante de la marca X, solo porque salga el presentador/a de turno en el informativo anunciándolo.
De todas maneras, ¿dónde están las noticias de verdad?¿La llegada del frío es algo que requiera un espacio en un informativo o quizás deberían pararse la redacción de ese informativo a pensar en las miles de millones de noticias más importantes que están pasando en el mundo? Esa es la razón número dos por la que debería abandonar este camino. ¿Trabajaré para decir que ha caído la primera nevada o para anunciar una sartén nada más terminar de dar el resultado de un partido de fútbol?. Francamente, no me gustaría.
Vender tu alma al diablo. Cuando hay demasiado donde escoger es muy fácil elegir el camino donde tú no pones obstáculos y donde te dejas llevar. Pero ¿y si dejándote llevar traicionas valores y aspectos que crees los correctos, pues vienen en todos los libros de estilo que has tenido que estudiar? Ahí encuentro mi razón número tres. No sé si estaría dispuesta a darle mi alma al diablo.
Y qué decir del morbo. Si, hechos que en sí no tendrían por qué ser noticiosos pero si los publicas sabes de sobra que serán leídos. Y si llevan titulares descarados e irrespetuosos mejor. Y no hablemos de aquellos que ni si quiera tratan de repasar antes de publicar. Pero ahí hay otra cuestión. ¿Son los propios periodistas los que hacen esas noticias morbosas por ellos mismos o son sus capataces los que les obligan a acudir al sensacionalismo?
Está claro que es una razón más. La cuarta.
Nos encontramos en una era de sobreinformación. Una saturación y un desbordamiento tan grandes que al final la gente que quiere de verdad informarse, se desinforma. Yo no digo que no se publiquen muchas noticias, simplemente que haya una mayor calidad en lo que se hace y en lo que se quiere transmitir a la población. En una sociedad de masas, donde la tecnología es el rey del destape, no podemos ni por asomo pretender que la información solo fluya en exclusiva por los medios de comunicación convencionales, sino simplemente ser más listos y tratar de dar un toque riguroso y amplio de los hechos noticiosos que de verdad merecen ser llamados así.
En sí esto no sería una razón más para odiar mi profesión. Pero si se escarba en el tema se puede adivinar que la gente se sabe informar ella solita y ahora más que nunca pues tienen todos los medios necesarios a su alcance. ¿Para qué, entonces, la labor del periodista? Para nada. Triste,si, pero actualmente es la verdad.
Una cosa que tenía clara y aún la sigo teniendo es que no seré rica ni millonaria trabajando en esta profesión. Tal y como están las cosas, no tendré estabilidad ni en horarios ni en sueldo. De hecho, tal y como están las cosas, nadie me garantiza que cuando acabe la carrera con 23 años no me quedaré en el paro Dios sabe hasta cuándo.
Como veis, no me faltan razones para odiar el periodismo.
Entonces os preguntaréis, ¿y por qué lo estudias? ¿no es más fácil que dejes esa carrera sin futuro y te metas en algo más productivo? Mi respuesta es no.
Mi sueño es que este panorama tan negro que he descrito se acabe y que la rigurosidad y elegancia en el trato de noticias regrese a nuestra profesión. No estoy hablando de programas de entretenimiento ni del sensacionalismo que venden televisiones y demás medios de comunicación con contenidos basura. Hablo del periodismo de verdad. De informativos en televisión, de los periódicos, de la radio...Pienso que todos y cada uno de ellos volverán a sus tiempos de oro solo si los periodistas y comunicadores audiovisuales estamos dispuestos a cambiar el panorama. 
No debemos dejarnos llevar por la codicia del dinero, que aunque en tiempos de crisis es una manzana del Edén, hay veces que lo barato sale caro. Si seguimos vendiendo entretenimiento cuando debemos ofrecer información,  el periodismo no saldrá de la crisis. Éstas son las razones por las que quiero seguir estudiando una carrera que no me garantiza un futuro seguro.
Llamadme ingenua o fracasada pero yo quiero ser periodista. Porque quiero a esta profesión aunque, a veces, la odie un poco.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Error 99

¿Tienes tú el problema o lo tienen los demás?
Una gran persona me dijo una vez: "No pienses en que lo que hagan los demás es lo correcto o no, simplemente es lo que realmente quieren hacer, y tú no puedes impedírselo."
Y tiene toda la razón del mundo. Porque yo piense que jamás haría X cosa, no quiere decir que esa X no sea lo normal o lo correcto para ese alguien.
Mi error es pensar demasiado.
"La emoción y el razonamiento son ambos parte de la misma cosa, alojada en el cerebro. Razonar exige sentir. Ejemplo: Aquellas personas que tienen dañada su capacidad para sentir, también son incapaces de razonar. Las dos cosas no van por separado: cabeza y corazón son una vieja metáfora, pero nada más que eso. El corazón es una bomba de sangre, aunque lata más rápido cuando el cerebro se lo dice"
ARROYO,Luis. MAGALI,Yus Los cien errores en la comunicación de las organizaciones, Error 99 La racionalidad, Ed. Esic, (2011), Madrid, España


Y además, para más inri, soy demasiado impulsiva para plantearme el no pensar... Corazón y cabeza van de la mano, pero muchas veces, en mi vida, se separan para actuar por su cuenta.

domingo, 18 de septiembre de 2011

La última hoja del verano

Como si quisieras gritar pero no tienes voz. Como si quisieras correr pero algo te impide dar un solo paso. Como si quisieras llorar pero tus lágrimas ya se han acabado. Como cuando en tus sueños te mueres de sed pero nada te la sacia. Como si quisieras escapar pero estás atada. Como si fueras la última hoja que da fin al verano...


...Estar rodeado de gente, pero en realidad sentirte solo...


miércoles, 27 de julio de 2011

El columpio, un día de 1767




Un día es como un columpio. Puedes estar a punto de tocar el cielo con los dedos en tan solo un impulso, o bien, arrastrar los pies contra el suelo al descender en picado.
Fragonard captó en su lienzo justo el instante que corresponde al mejor momento que puede tener un día cualquiera.
Algo puede ir bien o de bien a mejor, si primeramente  ha sudecido algo indeseable. Si todos los días estás en lo alto, la propia idea de estar en la mejor parte de tu vida, no será así, sino simplemente algo más, algo bueno, si, pero que no se diferencia de un día cualquiera. Hay que sufrir para tener placer. Hay que pasarlo mal para poder pasarlo bien.
Podría dar mil y una razones para explicar  por qué, de los miles de millones de cuadros que ha dado la historia del arte, mi favorito sea este.
Una de ellas es la sensación que me produce al verlo. Libertad, ansias de volar, diversión, paz, amor, sensualidad, romanticismo...
Pero detrás de este cuadro hay una historia en un ambiente idealizado...que invito a buscar y leer. Una historia propia del rococó, aunque muy presente en nuestra vida del siglo XXI.


Vuela alto, corta el cielo, susurra al viento, mata al miedo, sigue recto, firme, voraz, auténtico.





lunes, 20 de junio de 2011

Y que se lo lleve el viento

Lo mejor, ignorar. Parar lo que estaba creciendo y seguir adelante. No pensar. No sentir. Olvidar. No soñar más. Mentirme.

sábado, 18 de junio de 2011

Irme lejos, sin rumbo

-Tengo un plan. Voy a comprarme una isla desierta, bueno, eso, o encerrarme en mi habitación con un montón de arena y agua salada.
-Te acabarías volviendo loca.
-Más loca me vuelvo a veces rodeada de gente.

viernes, 17 de junio de 2011

La historia que te prometí

Me encanta jugar a espiarte, pero es peligroso. 
Si sigo así no habrá vuelta atrás y, de hecho, pienso que ya no la hay.
Al mirarte furtívamente, creciéron en mi interior las promesas que no se si podré cumplir.
Una sería perderme en tus ojos cada día. Esa promesa es fácil, lo hago casi inconscientemente.
Otra de ellas, depende de ti.
Me gustaría besarte hasta no sentir mis labios. Abrazarte hasta perder el aliento y, todos los días, prometo recordar cuánto te quiero.
Lo sé, es una promesa difícil de cumplir, pero estoy dispuesta a intentarlo.
Debes tener en cuenta el valor que reuní al colocar una nota con mi nombre y mi número de teléfono en el parabrisas de tu coche. Si estoy dispuesta a eso, no hay nada que me detenga.
Aquél día, cuando me presenté ante ti como la "chica de la nota en tu coche", creí que me moriría de vergüenza y que todo era un simple capricho sin importancia, pero ahí estaban tus ojos, dándome el ánimo que necesitaba para conocerte.
Solo espero que esto siga creciendo, porque me gusta, me gustas.
Solo espero seguir admirando tus ojos, pero ahora no desde la lejanía.
Y prometerte que, cada día, estaré a tu lado.

Y los amantes saben, que sin querer siquiera, hay un amor que crece como una enredadera Jose Ángel Buesa


-Dedicado a "S"

martes, 14 de junio de 2011

Sueño de una noche de verano

Fue una historia breve, muy breve. Pero ella aún sueña con aquella noche de verano.
Reacia a estar a solas con él, pasaron las horas hablando. Charlando sobre experiencias y aspectos de la vida de cada uno. 
Las palabras fluían. Secretos inconfesionables, a cualquiera que no fuera de confianza, empezaron a surgir.
Compartieron risas, sueños, pensamientos e ideas de un presente y un futuro.
Parece un sueño, un sueño de verano, pues así fue. A la orilla de un río, rodeados de oscuridad y vegetación, solamente iluminados por la luna blanca y resplandeciente, que se reflejaba en el agua tranquila.
El tiempo corría en su contra, pues pronto se tendrían que despedir, pero no sería un adiós, para nada, solo un simple hasta luego.
Caminaron entre los árboles, hacia su casa. Seguían charlando, riéndo, confesándose.
Hasta que, al más puro estilo hollywoodense, la bombilla de una farola se fundió, haciendo que el pequeño impulso que necesitaban para besarse, se resolviera. Se unieron en un beso pasional, en uno de esos en los que se sienten tantísimas mariposas que tienes miedo de explotar en mil pedazos. Las piernas te tiemblan, pero tus labios no dejan un rincón de su boca sin explorar.
Ella vivió ese sueño de verano. Pero los sueños, sueños son, y la realidad es que, el destino, no le tenía reservado para ella.
Aún recuerda con cariño esas conversaciones y jamás podrá olvidar esos besos. Pero la vida sigue, y el amor no acabó ahí.

sábado, 11 de junio de 2011

V

Querer es poder.
¿Si quieres, puedes? 
Te han puesto otro obstáculo, otro muro más hacia tu meta. ¿Te vas a rendir, o a luchar?.
¿De qué me va a servir luchar? Con los ánimos que tengo ahora mismo no serviría de mucho pedirme consejo, pero, las cosas tal y como están ocurriendo en nuestro país, en nuestra época y en el mundo, están creando más y más obstáculos para nosotros, los jóvenes. 
¿Quién me garantiza a mi, que tras acabar una carrera en la que una media de 3000 periodistas obtienen su título, siendo más de la mitad los que no logran un trabajo en lo que les gusta y que una más como yo, si?
Gente con capacidad y ganas de aprender se quedan en la calle por no tener experiencia. La experiencia se obtiene con la práctica. Si pones muros al aprendizaje, no crearás la sociedad del futuro. 
Cada persona puede, si quiere, transformarse a sí misma y a su realidad. Pero siempre habrá quien quiera impedírtelo.
Mi venganza no se si valdrá de mucho, ya que tan solo soy una estudiante y atacaré con esas armas, pero cuando salga ahí fuera, después de estos años de formación, lucharé. No dejaré que ellos acaben con mi sueño.


"¡Voilà! A primera vista un humilde veterano de vodevil en el papel de víctima y villano por vicisitudes del destino, este “visage” ya no más velo de vanidad es un vestigio de la vox populi ahora vacua desvanecida. Sin embargo esta valerosa visión de una extinta vejación se siente redivida y ha hecho voto de vencer el vil veneno de estas víboras en avanzada que vela por los violentos viciosos y por la violación de la voluntad. El único veredicto es venganza, vendetta, como voto, y no en vano, pues la valía y veracidad de ésta un día  vindicará al vigilante y al virtuoso. " Presentación de V de Vendetta

jueves, 9 de junio de 2011

.


Locura por un beso

Sentir a lo lejos tu mirada, fugaz y enterna, como un abismo sin final, tan oscuro y penetrante que se asemeja al infinito.
El corazón acelera sus pulsaciones, encendiendo cada rincón de mi existencia.
No existe mayor distancia que la de tenerte a mi lado y no tocarte.
Creo en mi imaginación los mil y un posibles besos que podría darte. ¿Y si el viento me permitiera enviarte cada uno de mis pensamientos hechos realidad?
Quiero quedarme sin aliento perdida en tu boca. Quiero pensar que no hay nada más a nuestro alrededor que la única obsesión por poseernos.
Y sentir, sentir que solo estás tu.

viernes, 20 de mayo de 2011

Wendy,'La cuenta cuentos'

Cuando era pequeña, tenía que ejercer de canguro muchos fines de semana. Me encargaba de cuidar, jugar y vigilar a niños de entre 3 y 6 años.
Lo que más les gustaba eran los cuentos que yo les contaba. Siempre tenía que inventarme uno o, por el contrario, recordar con detalles cuentos populares como Blancanieves y los siete enanitos o Caperucita roja.
Un día, uno de los niños empezó a usar su imaginación de tal modo, que hizo que los demás niños acabaran creyendo sus palabras. Empezó a llamarme Wendy. Me pidieron que les contara la historia de Peter Pan desde mi punto de vista como una de las protagonistas del cuento. 
Yo me quedé sorprendida y algo descolocada, pero les seguí el juego. 
Les conté lo maravilloso que era el país de Nunca Jamás, donde no te tenías que preocupar por la comida, la cual abundaba por todos los rincones del lugar. Tampoco debías preocuparte por tu futuro, porque allí los niños solo jugaban y jugaban, porque nunca iban a ser adultos.
Yo, como Wendy, me pasaba horas y horas contándoles cuentos a los niños perdidos, niños muy parecidos a mis pequeños oyentes de ese momento. 
Me miraban atentos con los ojos radiantes y espectantes por saber el final de alguno de los encuentros entre Peter Pan y los niños perdidos contra el temible Capitán Garfio y su banda de piratas.
Desde entonces y en muchas más ocasiones, les contaba una anecdota que hubiera "vivido" en el país de Nunca Jamás. Me preguntaban si algún día les iba a llevar a conocerlo y si viviríamos todos juntos alguna de esas aventuras. Yo sonreía y les decía que algún día no se acordarían de que la mismísima Wendy les estaba relatando historias de Peter Pan, a lo que ellos respondían riéndose.

Muchas veces me imagino que en verdad, yo soy Wendy y que, con solo abrir la ventana y gritar el nombre de Peter Pan, me vendrá a buscar para llevarme de nuevo con los niños perdidos. Para no crecer, para no preocuparme por nada más que vivir cada día una aventura como Wendy 'La cuenta cuentos'.
Porque todos tenemos la necesidad de evadirnos en alguna ocasión y es que, todos, necesitamos pensar alguna vez en nuestro pequeño país de Nunca Jamás.

jueves, 28 de abril de 2011

Dulce silencio

"The beauty of silence is the noise of no words"

Hay varios tipos de silencios: incómodos, necesarios, de rabia, decepción, de protesta...
Pero hay un tipo de silencio que es, quizás, el más gratificante. 
Cuando no dices nada pero lo dices todo. Cuando ese momento se congela y te envuelve el sonido de la nada, creando una atmósfera de emoción y energía. No hay tensión, no hay malestar. Lo que hay son ganas de comértelo a besos, pues ese silencio te empuja a ello. Crea una situación en que parece que el tiempo no corre, que todo el mundo ha dejado de girar solo por vosotros dos.
El silencio os ha evadido de tal forma que cuando volvéis a la realidad, cualquier sonido os parece un ruido ensordecedor.


<<Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.>>
   Pablo Neruda

sábado, 23 de abril de 2011

Caer en la tentación






Fuego ardiente que recorre tu cuerpo. Sudor y frío en los poros de tu piel. Temblor en las piernas y calor en tu interior.
Cuando una persona se ve en estas circunstancias, ¿qué debe hacer?. Dejarse llevar...suena demasiado bien.
No puedes seguir tus impulsos toda la vida, no siempre serás una jovencita tonta y alocada que persigue sueños de colegiala. La madured siempre llama a la puerta para que le dejes entrar en tu vida.
Pero por mucho que crezcamos, por mucho que maduremos, hay sensaciones fantásticas y contradictorias que seguiremos experimentando.
Somos seres humanos. Sentimos, padecemos, soñamos, reimos, lloramos.
Lo normal, en nuestra naturaleza, es dejarnos llevar. Pero el razocinio nos lo impide en muchas ocasiones.
Pasión no es lo mismo que cariño. Sexo no es igual que amor.
¿O quizá si?

La mejor manera de librarse de la tentación, es caer en ella  Oscar Wilde

viernes, 1 de abril de 2011

Lo que Sherlock no sabía



¿Es mejor una mala explicación que ninguna explicación? Si tuvieras la posibilidad de conocer algo que te corroe desde hace tiempo, ¿no lo preguntarías? ¿no te gustaría saberlo?.
¿Por qué? ¿Qué ocurrió? ¿Qué me perdí? 
También es cierto que hay explicaciones que son peores que no contar con explicación ninguna. Sin embargo, los humanos no parecemos vivir cómodos con lo inexplicable. Incluso hablamos de que las cosas mismas "exigen una explicación", cuando en realidad somos nosotros quienes la demandamos.

Por lo tanto, ¿qué hacer?. ¿Seguir en la búsqueda de respuestas, o dejar de lado lo que no conocemos?
Yo, sinceramente, soy de esas personas que no les gusta quedarme en la ignorancia sobre aquello que me inquieta, asique supongo que seré como aquellos a los que no les gusta lo inexplicable. Seré una de esas personas que se lanzan en cruzadas al encuentro de respuestas. Si, esa es mi respuesta.


martes, 8 de marzo de 2011

Primavera


No siempre se gana

Aquél que dijo que es más importante tener suerte que talento, conocía la esencia de la vida. La gente tiene miedo a reconocer que gran parte de la vida depende de la suerte. Asusta pensar cuantas cosas se escapan a nuestro control. En un partido hay momentos en que la pelota golpea el borde la red y durante una fracción de segundo puede seguir hacia adelante o caer hacia atrás. Con un poco de suerte sigue adelante y ganas, o no lo hace y pierdes

['Match point', de Woody Allen]

 

 

 

martes, 15 de febrero de 2011

No puedo decir adiós

No puedes decir que no
No puedes decir jamás
No debes pedir perdón
Tan solo te quiero más
Dolor que no puedo ver
Ni siento cuando te vas
No puedes decirme adiós
Te llevo en mí caminar
Gritando que no ves
Rezando porque tú vuelvas otra vez

[...Dulce canción de amor, que nunca podré cantar...]


La musicalité- Cuatro elementos

lunes, 31 de enero de 2011

Invierno

Más

Tengo que ser una caja.
No una caja cualquiera, sino LA CAJA.
¿Qué quiere decir esto? Pues nada más y nada menos que destacar entre lo igual. Ser diferente. Distinto. Creativa. Original.
Debo albergar en mi interior cualificaciones y características de las que carecen los de mi alrededor. Competitiva. 
Debo arriesgar para conseguir lo que quiera.
¿Lo conseguiré?

El que algo quiere, algo le cuesta

viernes, 21 de enero de 2011

Todos los caminos llevan a Roma

Cuando una persona desea realmente algo, el Universo entero conspira para que pueda realizar su sueño. Basta con aprender a escuchar los dictados del corazón y a descifrar un lenguaje que está más allá de las palabras, el que muestra aquello que los ojos no pueden ver.

¿Debemos perseguir nuestros sueños?¿Tenemos el poder de cambiar el rumbo de nuestra historia? ¿o, tenemos quizás, la mínima posibilidad de alterar nuestro futuro?Quién sabe si el destino existe, o la casualidad. Quién sabe si una persona que se encontraba en la parada de un bus por perder el metro, conoce a otra persona que resulta ser su mitad.
No podemos imaginar si quiera la posibilidad remota o también llamada suerte, de cambiar de idea en el último minuto sobre un destino u otro. Coger un avión o no. Decir la verdad o no. Mentir o no. Amar o dejarlo pasar.

"La posibilidad de realizar un sueño es lo que hace que la vida sea interesante" Paulo Coelho

viernes, 14 de enero de 2011

.

Nervios, excitación, sensación de vértigo, descontrol...

Palabras que evocan sentimientos contradictorios y que, a la vez, ahondan en el ser humano alejándole de la cordura.
En época de exámenes, el nerviosismo y la excitación no es ni mucho menos placentero. Tengo ganas de que estas emociones sean por otro motivo, por otra reacción.
¿Cómo controlar las emociones? Imposible, no se puede. Ni el más marmóreo de los hombres puede ignorar lo que su pequeña voz grita desde el centro de su cuerpo.
Yo no soy muy dada al sentimientalismo, pero nadie en el mundo puede decir que no ha sentido alguna estas experiencias.
No hace falta ser un gran filósofo para teorizar acerca del deseo de ser deseado. Una meta que todos queremos alcanzar. Cuando lo conseguimos, vemos que todos estos productos incorpóreos a los que llamamos sentimientos, emanan del sistema nervioso, provocando reacciones tales como, piel de gallina, sonrojo, tiritonas, palidez, fallo en el equilibrio.
Reflexiones sobre esta oleada de sensaciones he tenido en muchas ocasiones. Es es es. Me ha salido un pareado sin haberlo deseado.
Desde aquella maldita experiencia que se grabó en mi memoria, se por desgracia o por fortuna, lo que significa tener tanta acumulación de adrenalina recorriendo cada rincón de mi cuerpo, dándome la impresión de estar a punto de convulsionar en un volcán hawaiano de cuatro mil metros de alto.
Aunque no sea muy recomendable tener este tipo de "maravillosas" aventuras con alguien que jamás volverá a proporcionártelas, si que veo su lado positivo. Podré morir tranquila sabiendo lo que ello significa. Podré aprovecharme de la experiencia para una posterior narración literaria en la que unos personajes mantienen un encuentro a la luz de la luna, una noche de verano.

Nervios, excitación, sensación de vértigo, descontrol...

De eso es de lo que se compone la vida.



Que toda la vida es sueño y los sueños, sueños son Calderón de la Barca